Si algo quedó en evidencia durante los últimos 11 años es que, en algunas situaciones, Máxima Zorreguieta puede ser una reina consorte “poco convencional”.
Cuando el contexto lo ameritó, supo sumarse a una clase de bachata, también fue bartender, cocinó con su marido, el rey Guillermo Alejandro, y hasta se tiró en paracaídas.
Esta semana, en tanto, la monarca volvió a “salirse del libreto”.
¿Qué hizo? Con la espontaneidad y simpatía que la caracterizan, se sacó una selfie durante una actividad y divirtió a más de uno..